Hay tantas veces que me sentí atrapada, quería que el mundo se acabase, o que mi mundo se acabase, no lo sé... quería desaparecer y volver en un tiempo lejano, donde nadie me recordara, donde nadie se diera cuenta de la estupidez constante que atacaba mi cabeza y cuerpo, donde nadie me mencionara en susurros inesperados, donde nadie fuera tan mierda (aquella palabra los define bien) como los que me rodeaban.
Arrepentida. Arrepentida. Arrepentida. Arrepentida.
Mi cabeza no se controlaba. Tantos sucesos en tan poco tiempo; me molestaban, me herían, no me hacían bien.
Nunca estuve acostumbrada al sufrimiento, ¿por qué habría de estarlo ahora?.
Tenía miedo.
Los meses pasaron, y, decidida, pasó, aún no le encuentro una razón coherente, pero pasó, y no pudieron, ni pude, hacer algo al respecto. Me sentía mal y todos lo sabían.
Los días se convirtieron en semanas y las semanas en... bueno, ya saben el resto de la historia.
Aquellos días fueron primordiales en mi vida, hicieron de mi una persona, ¿mejor?, no, una persona con un cerebro consistente, lleno de artilugios que me servían para vivir el día a día, como una mujer normalmente anormal.
Lo que hice fue asqueroso, hasta a mi me da asco, lo desprecio, no sé que estaba pensando en aquel puto momento... ¿estoy arrepentida? No.
Aquello me hizo darme cuenta de todo y todos y de que mis pensamientos y emociones eran una mierda. Debía cambiar y quería cambiar.
Ahora, algunos meses más tarde, ya ni siquiera está en mi mente.
PD: La belleza de este escrito está entre líneas, ojalá que les sirva, a mi me sirvió.
i would for you
Hace 15 años



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