jueves, 8 de julio de 2010

Mil verdades (y unas cuantas más)

¿Cómo empezar?
Aunque me encantaría que así fuera, mi nombre no es Grial, es un simple seudónimo que creé hace un par de años con el fin de empezar a escribir y cubrir mi verdadero nombre, el cual odio. Me es difícil ocultar que nací bajo el nombre de Anastasia, ya que es imposible que alguien no lo compare con la asesinada princesa rusa, y creo que es eso lo que más odio de llamarme así; es poco común, casi original, pero no quita el hecho de que sus comentarios sean repetitivos y agobiantes.

Por más que aparente más, a veces menos, tan solo tengo 15 tiernos años, los cuales, de alguna manera, también detesto un poco. Odio que me traten de adolescente, mucho más en esta época donde la mayoría de ellos son unos estúpidos. Creo, y mantengo mi posición, que, por el hecho de ya haber vivido lo que una persona normal debe vivir durante toda su pubertad, soy más consciente y un poco más feliz que el resto de la gente de mi edad, a pesar de haber pasado por una etapa bastante idiota y reprochable  hace un año, o creo que menos.

Como cualquier niña normal (digamos que normal), la mayoría del tiempo estoy en un establecimiento educacional, el cual estoy al borde de perder por una ridiculez. Bueno, este año ingresé al espacio en que me encuentro ahora, y le debo a las personas que conocí ahí mis sonrisas diarias. Creo que estar en el fue la mejor decisión que pude haber tomado jamás. Aunque mis calificaciones sigan siendo degradantes, son las mejores que he tenido en años, y se lo debo a estos últimos meses.

Tengo la estabilidad anímica de una piedra, además de tener drásticos problemas de ira (aunque me estoy limitando del uso de ellos este último tiempo), puedo pasar de una increíble felicidad y sonrisas inaguantables a una profunda y oscura tristeza en menos de un segundo (ya te darás cuenta que es una bonita y prolongada forma de admitir mi bipolaridad), aunque aún así creo que es difícil provocarme angustia, ya que rara vez me verás sin una mínima risilla poblando mi rostro.

Siendo mi brazo izquierdo el mayor delator, mi pasado no ha sido el mejor (no se acostumbren a esas rimas porque será la última que leerán). Aquel estuvo repleto de errores asquerosos, de verdad repugnantes, pero mi arrepentimiento por ellos es nulo, ya que gracias a ellos aprendí todo lo que se hoy, y por sus enseñanzas agradezco cada día; además, siempre he planteado que de nada sirve arrepentirte más que para sufrir más. Levántate, limpia el polvo de tus pantalones y sigue jugando. Creo también, que preocuparse de hechos anteriores es una pérdida de tiempo, ¿por qué llorar con el pasado teniendo todo un futuro para enmendar las cosas?

Aunque me esfuerzo por pretender lo contrario, es muy complicado que llegue a odiar realmente a alguien. Con mucha dificultad encontrarás a alguien tan importante para que sienta sentimientos tan fuertes por ella, y que sea tan despreciable para desear su rotunda muerte; es casi imposible combinar tan perfectamente aquellas dos cosas... Por supuesto, "casi" es la palabra clave; hasta el momento solo 2 personas han logrado ganar el premio mayor. Aún así, soy absolutamente rencorosa y orgullosa, por lo que no perdono fácilmente.

Estoy profundamente enamorada de las cuerdas de una guitarra, y procuro estar con ellas el mayor tiempo posible. Mientras ellas me sigan regalando melodías seguiré siendo su amante secreto.

Ahora, ¿te puedes hacer alguna idea de mi?
Ni siquiera he comenzado.

0 ¿contemos?:

 
Blog Template by suckmylolly.com