Cerca, bien lejos

Estar a tu lado era horrible, era horrendo. ¿Sabes? Era complicado convencerte siempre de lo mucho que te amaba, era doloroso llorarte cada vez que se te daba la regalada gana de dejar de verme, era asqueroso mirarte e intentar creer tus sucias mentiras. La agonía me partía cada vez que me demostrabas ese odio irrefutable, y todo se tornaba aterrador, todo temblaba a mi alrededor... Pero lo peor de todo era cuando te ibas.