Vuelvo a hundirme en las aguas cristalinas de tus ojos claros.
Poso mis manos gastadas alrededor de tus mejillas en busca de calor, te ves incomodado y la quitas con desdén dedicándome una asquerosa mirada, que aún así sigue siendo bella... Otra vez, me hielo.
0 ¿contemos?:
Publicar un comentario