viernes, 6 de mayo de 2011

Dieciséis y uno

Es extraño como todo termina convirtiéndose en un poema sin inspiración, en un vorágine repleto de material extranjero, como algo imposible de describir.

Como si por primera vez me sintiera cuerda, y por milésima vez me sintiera tan desquiciada como el gentío inalcanzable que avanza a mi alrededor. Es un dolor encaprichado, un azote a mis parpados, una sentencia que no quiero seguir cumpliendo.

No entiendo.
¿Por qué las cosas deben seguir este ritmo?

Aún eres joven, 
tienes muchos intentos que fallar,
tienes muchos amores que llorar,
tienes muchos poemas que mal-escribir,
y muchos años para compensar.


Dieciséis años y un día, he dicho.

0 ¿contemos?:

 
Blog Template by suckmylolly.com